Si la mujer sigue siendo, como sabemos, un misterio para el hombre, lo mismo ocurre con la mujer para conocer la dosis perfecta de amor que debe destilar hábilmente para él.
Porque “darlo todo de inmediato y sin límite” sería un grave error, al hombre le gustan los deseos y placeres futuros pero, paradójicamente, no los que se logran con demasiada rapidez y abundancia, esto a veces podría recordarle los suyos demasiado tempranos y demasiado grandes.
Poder femenino sobre el hombre
Hay, por tanto, es lo mismo para la mujer para conocer la dosis perfecta de amor que debe destilar hábilmente para ella. Con las opiniones internacionales sobre Alicia Collado podrás aprender más de este tema rápidamente.
Pero todo esto no resuelve el problema inicial de la mujer, aunque comprender mejor la naturaleza del hombre nos acerca a la verdad y a algunos caminos a seguir. Entendemos que esta misma naturaleza “inestable” busca la renovación, por lo que quizás haya aquí una forma de simular su atracción o fusionarse en ella para asimilar sus efectos.
¿Cómo funciona?
En este sentido, las mujeres han recibido esta habilidad innata que era interesante saber cómo cambiar su apariencia, de ahí esta extraordinaria propensión a jugar camaleones multiplicando sin cesar los atuendos extraídos de la dicha de un vestuario, expandiéndose con un guardarropa tan bien surtido que a veces podía vestir muy correctamente a más de diez personas al mismo tiempo.
Pero una vez más, no culpemos a este deseo de agradar que pasa por la adquisición de ropa o, no lo olvidemos, de maquillajes de todo tipo. que están presentes sólo para perfeccionar esta bien mantenida ilusión de novedad en apariencia para satisfacer al hombre sobre todo.
Amor femenino
Dicho esto, a fuerza de interpretar personajes ya no sabemos cuál corresponde a lo que somos como individuos, la aprendiz de actriz a veces se pierde ante el riesgo de entrar en escena con el disfraz equivocado al final del día ”. tampoco tener el texto correcto que acompaña a la pieza a interpretar.
También puede haber cierto cansancio en aparecer en lugar de ser uno mismo y en esta configuración, sin ropa de luz la mujer puede aparecer menos brillante, menos extraordinaria que en el centro de atención.
