En la actualidad no es un misterio que pertenecemos a una sociedad de alto consumo energético y tecnológico, donde a diario se generan toneladas de desechos los cuales a final de año son de sumas exorbitantes y los cuales son complicados hasta imposibles de poder desecharlos adecuadamente.
Mucho de esto se debe a la alta demanda de la población en general, a la poca atención sobre el cuidado ambiental a pesar de que existen muchos documentales, leyes internacionales y nacionales sobre el cuidado ambiental como la extracción de minerales.
Es debido a esto, de que cada vez más se buscan alternativas para contra restar los impactos ambientales y los daños causados a la naturaleza, de esta forma se da el nacimiento de los coches eléctricos como una respuesta visionaria y alternativa al consumo del petróleo y el gas para la combustión.
¿Conoces la historia de los coches eléctricos?
Muchas de las herramientas y tecnología que vemos en la actualidad, que van formando cada vez más parte de nuestras vidas no es un invento nuevo. Pues al igual que los coches eléctricos estos son la evolución y perfección de una remonta entre los años de 1832 y 1839 sobre los coches eléctricos.
El nacimiento del primer prototipo como coches eléctricos fue en Estados Unidos durante el siglo XX como respuesta a los motores que funcionaban a por combustión interna era popular y se había transformado en la tecnología más usada.
En una respuesta visionaria y se puede decir, que adelantada para su época a nivel tecnológico y de concepción ambiental, como de aprovechamiento de la energía eléctrica se ve el coches eléctricos en el año de 1834, el cual fue llamado como “Jamais Contente” siendo el primero de su clase.
Aunque para sorpresa de muchos, el motor de combustión interna no vería la luz hasta llegar el año de 1861 el cual era de mayor rendimiento a nivel de combustible y facilidad de recarga a diferencia del motor eléctrico.
Pero en crecimiento de los coches eléctricos fue una novedosa idea para el comercio mundial y este comenzaría sus ventas para el año de 1852, con un motor ligero estos no contaban con una batería recargable o de litio como los actuales, ya que las baterías recargables nacen a finales del siglo XIX.
El siglo XX: los coches eléctricos era la opción por excelencia
Hay que recordar que desde invento el motor de combustión, que funcionaba con carbón, este representaba un impacto ambiental grande por las cantidades de este mineral que se requería para mover una maquinaria; por ejemplo los trenes, o leña, por lo que se buscaban métodos para mitigar el proceso.
Con la llegada del coches eléctrico y el buen recibimiento que tuvo, incluso luego de aparecer el motor de combustión interna, ambos hitos importantes en la revolución industrial, aún existía un problema con los motores eléctricos y era: la recarga.
Por lo que en el año de 1852 a manos del inventor Planté, crearía la primera batería a base de plomo y ácido, siendo funcional para los coches eléctricos pero costosos en cuestión de materiales y su masificación.
De esta forma, para el año de 1880 se inventaría un proceso químico ideal por el inventor Faure, el cual le daría a este el nombre de “masa activa” el cual, aumentaba los niveles de carga de la batería diseñada por Planté tiempo atrás, la cual sería perfecta para coches eléctricos.
La gasolina le ganaría la batalla a las baterías eléctricas
Los coches eléctricos estaban evolucionando y los de combustión también estaban en este proceso, por lo que el año de 1908 la compañía “FORD” mostraría un nuevo modelo llamado “Model T” fabricado en masa, más simple, ligero, sin ruidos y de mayor rendimiento a diferencia del eléctrico.
Ya que con la popularidad de los coches eléctricos aún se debían arrancar con manivela y la batería de níquel creada gracias a Edison, ya no estaba a la par de una sociedad en evolución, ya que la gasolina era más rentable y solo tomaba pocos minutos en recargar el tanque para el motor de combustión interna.
La nueva serie de coches eléctricos es el camino
Con un problema ambiental creciente y la contaminación de la combustión por la gasolina, se haría un reimpulso a los coches eléctricos a finales del siglo XX y es en el actual siglo XXI que estos son los coches del mañana.
Ya que entre finales del siglo pasado y el actual, hubo mejoráis en la tecnología, continuando las mejores e investigaciones para ver que ahora, los coches eléctricos cuentan con una alta potencia de carga, de rendimiento como en desplazamiento.
Dejando a un lado lo que antes era imposible, ahora es una realidad apostando a disminuir los niveles de CO2 solo en Europa y en el mundo.